Diálogos: habitabilidad en el espacio doméstico

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La vivencia del espacio arquitectónico marcada por la cualidad del habitar se ve definida por un continuo proceso de construcción socio-cultural a partir de un saber colectivo dado a través de normas, reglas, usos y costumbres que permiten una interpretación y construcción propia del espacio.

La búsqueda de habitabilidad nos relaciona con algunas ideas de domesticación del espacio, partiendo de un orden cultural a través de las necesidades propias, tendencias y esquemas de consumo, las cuales van modificando el proceder y vivencia del hombre; es decir, la vida cotidiana, aunque mantiene ciertos valores estáticos, manifiesta un constante movimiento al adaptarse y modificar ciertas conductas o elementos que permiten la evolución de la habitabilidad; las formas de habitar modifican el espacio y éste a su vez modifica la conducta del habitante.

Sin embargo, en este caso: el espacio doméstico se convierte en un lugar de reproducción de valores y hábitos que permiten expresar una identidad; la habitabilidad de este tipo de espacios presenta diversos niveles de comunicación al simbolizar, construir e interpretar los elementos presentes: arquitectura, tendencias, materiales, colores, mobiliario, artefactos, decoración, objetos, contexto, habitante(s), nivel socioeconómico, ideologías, religión, narrativa del espacio, etcétera, lo que permite un diálogo del espacio arquitectónico.

Por tanto, para ejemplificar lo anterior, se abordará una aproximación a la evolución del espacio doméstico en México, hasta llegar al análisis de cómo la cultura y el factor tiempo fueron moldeando la habitabilidad del espacio doméstico.